Podría pensar que crear un sitio web es tan simple como diseñar algo que se vea bonito y luego contárselo a todos. Desafortunadamente, un sitio web exitoso tiene muchos más ingredientes que tan solo su aspecto. Aquí hay tres cosas que debería considerar antes de crear su propio sitio web.

Lo básico

Antes de empezar a pensar en cómo va a convertir su sitio web en un éxito, es importante pensar en cómo va a funcionar exactamente el sitio web. La decisión más importante también será una de las primeras decisiones que tome – ¿dónde exactamente va a alojar su sitio web?

Hay muchas opciones diferentes de alojamiento web disponibles en Internet. Podría pensar que como todos hacen básicamente el mismo trabajo, todos serían iguales. Incluso podría estar tentado de elegir uno simplemente porque es el más barato. Esta falta de investigación sería un gran error. Si elige un proveedor de alojamiento que no es confiable y no tiene un historial sólido en el mantenimiento de sitios web en línea, podría descubrir que su sitio web no está disponible regularmente durante grandes cantidades de tiempo. En su lugar, encuentre uno que tenga buenas críticas de los expertos de la industria así como de los usuarios habituales.

¿Cómo le va a encontrar la gente?

Una vez que haya encontrado un lugar para alojar su sitio web, es hora de pensar en cómo la gente va a encontrar su sitio web. Uno de los factores más importantes para que su sitio web sea fácil de encontrar es la facilidad con que se teclea su URL. Por ejemplo, si le dijera a alguien que cargara Facebook, es muy probable que sepa cómo deletrearlo y que lo siga con un .com al final.

Si esa dirección web estuviera compuesta por más palabras más difíciles de deletrear e incluyera una puntuación innecesaria, sería mucho más complicado de encontrar. Una URL debe ser perfecta para cargar su página, así que procure hacerla bien fácil de deletrear. Evite utilizar números si puede, ya que tendrá que explicar si deben escribirlo como palabra o como dígito, por ejemplo «cuatro» o «4».

Una vez que haya encontrado una URL que crea que funciona bien, busque un proveedor de URL con una función de búsqueda que le permita comprobar si esa dirección web está disponible. Si es así, entonces sólo tiene que comprar la URL y enlazarla a su página de alojamiento web. Si no está disponible, piensa en formas de cambiarlo ligeramente sin complicarlo más.

¿Es todo exacto y está a la altura de las normas?

Antes de animar a la gente a que visite su sitio web, es importante asegurarse de que tiene un alto nivel. ¿Es toda la información correcta? ¿Se ve bien? ¿Todo el texto tiene sentido y está libre de errores gramaticales y ortográficos? Revise todo antes de ponerlo en línea y, si puede, pídale a un amigo que lo revise también, ya que es extremadamente difícil detectar errores en su propio escrito.